Entrevista a Pablo Llano Torres, director general de CESAL: “Las solicitudes de protección internacional no han parado de crecer”

Pablo Llano Torres es Director General de CESAL (Centro de Estudios y Solidaridad con América Latina) desde 2003. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid y MBA en la Escuela de Negocios del CEU, su trayectoria en el campo de la cooperación internacional para el desarrollo y de programas de acogida e integración de inmigrantes y refugiados es larga. Ha sido miembro del Consejo de Administración de AVSI Network y ha formado parte de las Juntas Directivas de diferentes plataformas del sector.

Pablo Llano conoció CESAL trabajando como Ingeniero de Caminos en una empresa constructora en Perú y le fascinó todo lo que conllevaba la cooperación internacional, especialmente el factor humano. Así, se unió a esta asociación para coordinar proyectos de infraestructuras.

Pablo Llanos recibiendo la distinción de la inclusión y de las migraciones por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Foto: CESAL

CESAL nació en 1988 y tiene como misión “promover el desarrollo humano de las personas más desfavorecidas del mundo, partiendo de su patrimonio y experiencia propios e implicándoles en nuestro trabajo como verdaderos protagonistas de sus vidas”.

El 15 de diciembre de 2021, Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid y CESAL firmaron un primer convenio de colaboración para promover la mejora de la situación de los migrantes, refugiados y solicitantes de protección internacional que llegan a España, a través del CSB Escuela de Español de HHT Madrid.

Más adelante, el 20 de febrero de 2023, se firma un contrato de arrendamiento por la Residencia Nazaret, anteriormente residencia de verano de HHT Madrid en El Espinar, Segovia, que se destinará exclusivamente a la actividad de alojamiento de personas y familias refugiadas, proyecto que ejecuta en colaboración con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Hablamos con Pablo Llano sobre esta colaboración con CESAL y sobre la problemática de refugiados y migrantes, hoy.

PREGUNTA. Pablo, la residencia Nazaret ya ha comenzado a recibir a los refugiados que pasarán un tiempo en ella. ¿Cuántas personas se beneficiarán de esta ayuda y cuánto tiempo suelen estar en este tipo de acogida?

RESPUESTA. Tras las obras realizadas en la residencia, se dispone de 53 habitaciones con capacidad para alojar a 126 personas. El itinerario completo de acogida e integración de las personas refugiadas y/o solicitantes de asilo es de 18 meses, pero la primera fase en la que están en nuestros alojamientos oscila entre 6 y 9 meses, aunque depende también de si se resuelve el expediente de solicitud de asilo durante este periodo.

P. ¿Qué diría que distingue a CESAL de otras ONG que trabajan en el mismo campo?

R. Quizás lo que distingue a CESAL es la mirada a cada persona de forma individual e integral y el proceso de acompañamiento que llevamos a cabo. Partir no sólo de la dignidad sino del valor infinito de cada persona nos lleva a tener un trato personal e individualizado con cada uno y a tener una mirada global sobre ellas ya que las personas no están definidas sólo por aquello de lo que carecen sino también por sus deseos, miedos, aspiraciones, etc.

Voluntarios de CESAL reunidos en la residencia Nazaret. Foto: CESAL.

P. CESAL ha recibido varios premios en los últimos años, de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. ¿Las administraciones públicas son conscientes del trabajo que se realiza desde las asociaciones no gubernamentales y sin ánimo de lucro?

R. Es difícil hablar de las administraciones públicas en general, porque lo que al final cuentan son las personas que asumen esas responsabilidades. Desde un punto de vista más político diría que no siempre se valora en su justa medida el trabajo que se realiza desde la sociedad civil, insustituible en muchas ocasiones. Sin embargo, las personas que están en contacto con el trabajo que se realiza en el día a día sí perciben la importancia que tiene la labor de las entidades sin ánimo de lucro. Valoran la cercanía con las personas, la agilidad y eficiencia de respuesta, la creatividad con la que se responde a las necesidades sociales, etc.

“Desde un punto de vista más político diría que no siempre se valora en su justa medida el trabajo que se realiza desde la sociedad civil, insustituible en muchas ocasiones.”

P. Este es un trabajo que complementa y muchas veces sustituye al que debería hacerse desde los organismos oficiales. ¿Qué debemos demandar en estos tiempos de tanta afluencia de migrantes?

R. En primer lugar, me gustaría destacar un aspecto que CESAL defiende, que forma parte de la Doctrina Social de la Iglesia, y es el principio de subsidiariedad. Así, no sólo defendemos el valor que aporta la sociedad civil como complementaria a la labor del Estado, sino que defendemos la primacía de esta sobre la iniciativa del Estado. La sociedad organizada puede responder de forma más adecuada a ciertas necesidades sociales: la acogida, la orientación y el acompañamiento de personas vulnerables, porque no se trata sólo de prestar un servicio sino de hacerlo de cierta manera.

El Estado tiene funciones propias, como la regulación de la migración, el control de fronteras, la tramitación de las solicitudes de asilo, etc. Es urgente poner en marcha mecanismos para la regularización de las personas migrantes, a ser posible desde los países de origen, y buscar soluciones para agilizar la regularización de los miles de inmigrantes ilegales que viven entre nosotros.

Pablo Llanos, director general de CESAL. Foto: CESAL.

“La sociedad organizada puede responder de forma más adecuada a ciertas necesidades sociales: la acogida, la orientación y el acompañamiento de personas vulnerables, porque no se trata sólo de prestar un servicio sino de hacerlo de cierta manera.”

P. De los retos que plantea CESAL para los próximos años, ¿Cuál sería el prioritario?

R. Más que retos son diferentes áreas de trabajo de CESAL que responden a desafíos de la realidad. Por su actualidad, señalaría las migraciones en su sentido más amplio. Es un fenómeno imparable que nos plantea desafíos a escala global con múltiples derivadas a nivel jurídico, político, social, etc.

P. El trabajo con migrantes se hace cada vez más imperativo. En el caso de los refugiados, con los conflictos armados que se suceden, ¿Qué expectativas manejan?

R. Las migraciones forzadas no han parado de crecer y no sólo por conflictos armados. Hay múltiples razones por las que las personas huyen de sus países como por encontrarse amenazada su vida por motivos religiosos, étnicos o políticos. Más recientemente se ha añadido el de causas climáticas.

Nosotros mismos, en 2015, cuando se produjo el gran éxodo de Siria por la guerra creíamos que se trataba de un fenómeno puntual. Sin embargo, las solicitudes de protección internacional en España no han parado de crecer. Tras Siria llegó la de Afganistán, después la masiva salida de población venezolana y luego estalló la guerra en Ucrania. España ha entendido esto ampliando el sistema de asilo y refugio y reforzando los mecanismos para dar respuesta a este fenómeno.

“Las migraciones forzadas no han parado de crecer y no sólo por conflictos armados.”

P. La pobreza se extiende, y no solo a los migrantes. Como ejemplo, tenemos el aumento de la pobreza entre los niños. ¿Cómo podemos contribuir a mejorar esta situación de forma comprometida?

R. No podemos mirar para otro lado y no debemos diferenciar a las personas por su país de origen cuando ya se encuentran entre nosotros. No debemos estigmatizar a las personas migrantes como si fueran ciudadanos de segunda categoría, pero tampoco podemos atender a estas personas con programas y recursos específicos sin tener en cuenta que también hay familias españolas que lo están pasando mal. Afortunadamente, en España tenemos capacidad para responder a esta realidad. Hay problemas como la vivienda, la brecha digital o la integración sociolaboral de las personas más excluidas, pero con voluntad política, mejor gestión de los recursos y mayor coordinación con la sociedad civil se pueden realizar grandes avances.

Además, cada uno, particular y socialmente, podemos empezar por responder a las necesidades de los que tenemos más próximos y generar espacios de convivencia, compañía y amistad con las personas más necesitadas.

Por Guadalupe Mejorado.

La entrevista a Pablo Llano, director general de CESAL,  ha sido previamente publicada en nuestra revista “A Hombros de Trabajadores”, N.º 4. Enero 2024, en papel y pdf digital