Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid cierra el año con un Te Deum

La Capilla de Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid acogió el tradicional Te Deum para dar gracias por el año que termina

En torno al altar se reunieron militantes, afiliados, simpatizantes y amigos de Hermandades del Trabajo para dar gracias a Dios por su compañía.

La Eucaristía que precedió al rezo del Te Deum estuvo presidida por Ignacio María Fernández de Torres, Consiliario Nacional de Hermandades del Trabajo y Consiliario de Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid. Concelebraron D. Antonio Algora, obispo emérito de Ciudad Real y obispo asesor de las Hermandades del Trabajo y por el sacerdote Natalino Rendo.

Homilía

El Consiliario de Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid, Ignacio María Fernández de Torres centró su homilía en cuatro palabras: la primera a la que hacía referencia era al amor haciendo alusión a entregar la vida a alguien de manera plena, fiel y definitiva. “Ese amor está presente en la historia de Hermandades del Trabajo, si nosotros estamos aquí es porque a lo largo de todos estos años ha habido muchas personas han entregado la vida a Dios desde esta casa”.

Fidelidad

La segunda palabra a la que hacía referencia era fidelidad, al final del año, dijo, tenemos que mirar el tiempo que ha pasado y dar gracias a Dios porque sabemos que nos ha sido fiel, si no, no estaríamos aquí. “También estamos aquí porque a pesar de nuestros pecados y nuestros defectos hemos tratado de responder también con fidelidad a esa fidelidad de Dios”.

Martirio

En el día de San Esteban Protomártir la tercera palabra a la que hacía referencia Ignacio María en esta homilía era martirio. “El mártir es aquel que ha descubierto el gran tesoro y lo ama tan profundamente que nada puede romper su fidelidad a este gran tesorero. D. Abundio nos quería mártires del Evangelio. Si hoy estamos aquí es porque mucha gente, a lo largo de todos estos años, en Hermandades del Trabajo ha entregado su vida”.

Conversión

El Consiliario Nacional y de Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid, finalizaba hablando de la conversión. “Si cada vez que las cosas no salen como a nosotros nos gustan, nos alteramos y el amor, la fidelidad y el martirito se caen”. “D. Abundio ,dijo, nos quería en proceso de conversión porque la fe es un camino de amor, de entrega y fidelidad al prójimo, así se ha construido Hermandades y nosotros no podemos olvidarnos de esto.

“Los que formamos parte de Hermandades debemos convertirnos para ser Apóstoles de lo social, no en vano somos un movimiento apostólico y social. ¿Apóstoles para qué?  Para hacer lo que hace todo buen Apóstol que es evangelizar con obras y palabras. D. Abundio y todos aquellos que junto con él dieron vida a las Hermandades del Trabajo eran verdaderos Apóstoles y nosotros somos herederos de ellos”.

Continuaba su homilía diciendo que “sabemos que hay Hermandades donde hay un grupo de seglares que se sienten llamados a la vida apostólica y se entregan a la vida interior, aquella que nace de ese encuentro profundo con Dios que nos cambia la vida y nos hace vivir en el mundo como Cristo”.

Dar gracias a Dios

Ignacio María finalizaba esta homilía pidiendo a cada uno que en este Te Deum diera gracias a Dios por cada sofoco, por cada disgusto, por cada problema o por cada error . “ Los únicos que no se equivocan son los que no hacen nada y, como decía el padre Arrupe, solo hay una manera de no equivocarse que es no haciendo nada pero ese es el mayor error de todos”.

Una vez finalizada la Eucaristía y tras el rezo del Te Deum, Monseñor Antonio Algora, obispo emérito de Ciudad Real y obispo asesor de las Hermandades del Trabajo tomó la palabra y de forma muy breve para dar gracias al Señor por todo lo que ha significado Hermandades del Trabajo en su vida y por todo lo que hacemos.

Finalizó este Te Deum con la intervención de María José Plaza, Presidenta Diocesana de Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid quien agradeció a los militantes, afiliados y simpatizantes la ilusión, el tiempo y el cariño que dedican a las Hermandades del Trabajo, “os animo a que sigamos caminando juntos para no quedarnos paralizados”.