El sábado 30 de noviembre se cumple el XXX Aniversario del fallecimiento de D. Abundio García Román, Siervo de Dios y fundador de las Hermandades del Trabajo.
Con este motivo, la Capilla de Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid, c/Raimundo Lulio, 6, acogerá una Eucaristía a las 19,00 horas. La misa será presidida por Monseñor Antonio Algora Hernando, obispo emérito de Ciudad Real y obispo asesor de las Hermandades del Trabajo.
A continuación, tendrá lugar un encuentro en el Salón de Actos de HHT-Madrid en el que se
hablará sobre la figura del Siervo de Dios, Abundio García Román.
Previamente, el 28 de noviembre, de 19,00 a 20,00 se desarrollará la conferencia “Conservar y difundir el pensamiento de D. Abundio García Román hoy”, correrá a cargo de Ricardo Gutiérrez Montero, documentalista e historiador responsable del archivo documental de la Fundación Abundio García Román. Este acto, abierto a todo el mundo que quiera conocer más sobre la entidad y la figura del fundador, se desarrollará en el salón de actos de Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid, c/ Raimundo Lulio, 3.
Sobre la figura de nuestro fundador
Abundio García Román nace en Jaraicejo (Cáceres), el 14 de diciembre de 1906. Es el tercer hijo de una familia de modestos labradores que pronto emigró a Madrid. Tras unos estudios brillantes, es ordenado sacerdote en junio de 1930.
En 1931, se hazo cargo de un Patronato de enseñanza que contaba con un colegio en el Barrio de Entrevías. Allí, entró en contacto con los trabajadores y sus familias, con sus padecimientos y con sus anhelos. También sintió con dolor el rechazo que estos tenían a Cristo.
En su corazón de pastor, entraba en confrontación, por un lado, las necesidades de los trabajadores y de sus familias, fruto de la injusticia y de la desigualdad, y, por otro, el amor que Cristo manifestaba a los pobres a pesar del rechazo del Evangelio y el sentimiento anticlerical que a ellos les embargaba, Abundio se preguntaba:
¿Por qué razón odian a Cristo? ¿No es él el amigo de los pobres, los humildes, los marginados? ¿No fue también un trabajador?… Estaba claro, aquellos trabajadores no le conocían. Era preciso, urgentísimo, evangelizar a los hombres y mujeres que le odiaban simplemente por desconocimiento
Aquella experiencia entre trabajadores y obreros que estaban alejados de Cristo y la persecución vivida en nombre de la fe cristiana durante la contienda civil, lejos de marcar negativamente al joven sacerdote, puso en él el germen de una vocación que se desarrolló a lo largo del tiempo como entrega y servicio al mundo del trabajo. Para conocer más sobre figura del D. Abundio García Román, pincha en el siguiente enlace