La Inmigración en España: Un desafío y una oportunidad, por Jesús Javier Sánchez Barricarte

Celebramos la I Jornada Intercultural sobre Inmigración e Integración de las Hermandades del Trabajo el día 27 de abril. En esta ocasión tan especial, el ponente fue Jesús Javier Sánchez Barricarte, Catedrático de Sociología de la Universidad Carlos III de Madrid, que presentó su conferencia “Inmigración extranjera en España: Una gran oportunidad no exenta de desafíos”.

La preocupación y la ocupación de los trabajadores migrantes han estado presentes históricamente en la vida de las Hermandades del Trabajo, más ahora, con la situación actual de las migraciones.

(De derecha a izquierda) Jesús Javier Sánchez posa junto a Fernando García y Ramón Llorente. Foto: HHT-Madrid.

En Hermandades, a través de los programas “Trabajadores Migrantes” y “Familias Trabajadoras” y el Área de Acogida, creamos espacios para dar a conocer el fenómeno migratorio como un signo de los tiempos, con sus necesidades, retos y desafíos. También fomentamos la integración entre los #migrantes y la población autóctona.

La inmigración en España es un tema de gran relevancia que implica múltiples dimensiones interculturales y religiosas. Basado en principios cristianos de apertura y generosidad, este fenómeno requiere un análisis que separe la visión religiosa de las realidades económicas, sociológicas y culturales. 

Resumimos algunas de las líneas para reflexionar que presentó Javier Sánchez Barricarte.

Principios de Generosidad y Apertura

La acogida de inmigrantes se fundamenta en principios cristianos de apertura y generosidad. La Iglesia Católica, a través de referencias bíblicas, aboga por recibir a los extranjeros con los brazos abiertos. Esta postura se inspira en enseñanzas que promueven el amor al prójimo y la solidaridad. 

No obstante, es crucial distinguir entre la visión religiosa y la realidad económica, sociológica y cultural que conlleva la inmigración. Mientras que los principios religiosos abogan por la acogida incondicional, las realidades del país receptor exigen un enfoque equilibrado y racional.

Un momento de la conferencia. Foto: HHT-Madrid.

Desafíos y preocupaciones

El fenómeno migratorio presenta desafíos económicos, sociológicos, culturales y de seguridad. Algunas de las preocupaciones comunes de las sociedades receptoras incluyen el temor por el  aumento de la delincuencia, la competencia laboral y la preservación cultural. 

El ponente explicaba que, en ocasiones, los medios de comunicación agravan estas inquietudes con un tratamiento sensacionalista, que distorsiona la percepción pública de la inmigración. 

La narrativa mediática puede fomentar miedos infundados, exacerbando tensiones sociales y prejuicios hacia los inmigrantes. 

Además, existe una preocupación legítima sobre cómo integrar a los inmigrantes en la sociedad de manera que se respete y mantenga la identidad cultural del país receptor.

Inmigración, sí, pero ordenada

Para abordar estos desafíos, es fundamental plantearnos las siguiente pregunta: ¿cuántos inmigrantes necesita España?

Mantener una población estable es vital para la infraestructura, el desarrollo económico y la productividad del país. España enfrenta un reto demográfico significativo con una población envejecida y una tasa de natalidad baja. 

Las propuestas políticas como la deportación masiva de inmigrantes ilegales no son la solución; se requiere una inmigración ordenada y segura que considere las necesidades y capacidades del país receptor. 

Así, establecer criterios claros y objetivos para la admisión de inmigrantes puede ayudar a equilibrar las demandas del mercado laboral y las capacidades de integración social.

El ponente de la conferencia, Jesús Javier Sánchez (derecha), junto a Fernando García, quien corrió a cargo de la presentación. Foto: HHT-Madrid.

¿Cómo contribuyen los inmigrantes a la economía española?

Los datos demográficos y económicos muestran que los inmigrantes, especialmente los jóvenes, consumen menos servicios sanitarios y contribuyen positivamente al sistema de pensiones. La inmigración de personas jóvenes y en edad de trabajar puede aliviar la carga sobre el sistema de pensiones, que depende de la financiación de los trabajadores activos.

La llegada de inmigrantes cualificados es crucial para cubrir vacantes en sectores como la medicina, ingeniería e informática, y para satisfacer la demanda laboral en España. Además, los inmigrantes tienden a aceptar trabajos que los nativos no desean realizar, lo que es vital para sectores como la agricultura y la construcción. La contribución de los inmigrantes a la economía no se limita a su fuerza laboral; también aportan innovación y diversidad, lo que puede fomentar el crecimiento económico y la competitividad.

Superación de Prejuicios y Fomento de la Integración

Superar los prejuicios y establecer criterios racionales para gestionar la inmigración es esencial. La inmigración contribuye a la diversificación cultural y el enriquecimiento social. Fomentar la integración laboral y social, evitar la creación de guetos y respetar las normas sociales y legales son claves para aprovechar los beneficios de la inmigración y garantizar la seguridad nacional y el progreso económico.

La integración exitosa de los inmigrantes depende en gran medida de las políticas y programas que faciliten su inclusión en la sociedad. Esto incluye el acceso a la educación, la formación profesional y el mercado laboral. Promover la convivencia intercultural y el respeto mutuo es fundamental para construir una sociedad cohesiva y armoniosa.

Tras la ponencia, los asistentes se reunieron en grupos de trabajo. Foto: HHT-Madrid.

Políticas de Integración y Futuro

España necesita una política migratoria equilibrada que combine apertura y control. Facilitar la llegada de inmigrantes cualificados y garantizar su integración efectiva puede potenciar el desarrollo económico y social del país. Además, es crucial abordar los abusos migratorios y aumentar la interacción entre culturas para mejorar la convivencia.

La inmigración, si se gestiona adecuadamente, puede ser una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos demográficos y económicos de España. Es importante reconocer que la diversidad cultural enriquece a la sociedad y contribuye al progreso humano.

En resumen, la inmigración en España debe gestionarse de manera ordenada y racional, separando la visión religiosa de las realidades socioeconómicas y culturales. Una política migratoria equilibrada, que combine apertura y control, permitirá a España beneficiarse del potencial de los inmigrantes y afrontar los desafíos demográficos y económicos del futuro.

Reconociendo y valorando la contribución de los inmigrantes, España puede construir una sociedad más inclusiva y próspera.

¿Cómo ves tú la situación?