Emilia Sicilia, presidenta nacional de Hermandades del Trabajo: “el compromiso cristiano exige creatividad”

Emilia Sicilia Tirado es Presidenta Nacional del Movimiento de las Hermandades del Trabajo de España desde el 13 de noviembre de 2021, elegida por el Consejo Nacional. Emilia pertenece al Centro de Hermandades de Córdoba desde hace más de veinticinco años, y en él colabora como Secretaria General. Está casada y tiene dos hijas. Es uno de nuestros ejemplos de madre de familia, mujer y trabajadora.

En esta entrevista, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, anteriormente Día de la Mujer Trabajadora, Emilia Sicilia comparte con nosotros su opinión y vivencias, como presidenta nacional y como mujer comprometida.

PREGUNTA. Emilia, hablemos de las mujeres en el ámbito laboral hoy. Las cosas han cambiado mucho y hay avances: sociales, legislativos y acceso a puestos tradicionalmente masculinos. Sin embargo, quedan bastantes cosas pendientes. En tu opinión, ¿cuál sería tu reivindicación más importante en estos momentos?

RESPUESTA. Es cierto que hemos avanzado mucho; se derrumban estereotipos que tradicionalmente eran masculinos, como dices. La situación respecto de la mujer no tiene nada que ver con la que fue hace años y lejos queda el rol generalizado de la mujer con dedicación exclusiva a su casa y sometida a la voluntad del marido. Pero aún hay mucho trabajo por hacer. Yo diría que derrumbar esa barrera final, que parece de cristal, sería fundamental. 

Con respecto a esas barreras, en la universidad, recuerdo que en mi promoción éramos 150 alumnos y, de ellos, 6 mujeres, en una profesión tradicionalmente masculina como es la ingeniería. Pero también quiero referirme a las profesiones no universitarias, en el sector de la construcción y las instalaciones. 

Por mi trabajo lo conozco bien y puedo comprobar, viajando por toda España, que es un campo donde la mujer no termina de incorporarse. Se puede decir que el 99,9 % son hombres. ¿Por qué la mujer no acaba de aterrizar en esos empleos en los que, además, la demanda de profesionales es tan alta? No se entiende que aún no estén las mujeres en estas profesiones. 

Son empleos a los que se accede a través de una formación de grado medio o superior y, en muchos casos, sin formación reglada. No son puestos de directivos donde ya sabemos que nos encontramos el mencionado “techo de cristal”. Estos son trabajos muy interesantes en los que las mujeres nos podemos desarrollar a nivel profesional y donde podríamos desempeñar una profesión reconocida y bien remunerada.

El punto 7 de nuestro Ideario reza así: “Defendemos para la mujer un puesto de igualdad con el hombre, en su actuación social y cristiana”. Hermandades del Trabajo fue pionera desde sus inicios en la igualdad y promoción de la mujer, y los cargos de nuestra institución son dobles, detentados por hombre y mujer.

El Ideario, publicado en 1963, fue referente en unos años en los que la situación de la mujer no tenía nada que ver con la que, afortunadamente, tiene ahora. 

Hablemos de compromiso.

P. Emilia, como Presidenta Nacional de Hermandades del Trabajo, madre de familia y mujer trabajadora, ¿crees que tu compromiso y responsabilidad deben ser mayores por tu cargo?

R. Creo que cuando una persona acepta un cargo, esto conlleva una responsabilidad. Yo me siento muy nueva aún, me gusta escuchar, aprender de personas que tanto han luchado por nuestro Movimiento, empezando por D. Abundio, nuestro fundador, y tantas otras personas que han sabido llevar a la práctica su obra. He comprobado es que ha crecido mi sensibilidad ante las situaciones y problemas que vivimos en la sociedad y en particular en Hermandades. Se amplía la perspectiva con la que se ven los problemas y las posibles soluciones. 

 “Las mujeres cristianas hemos de ser valientes en cada espacio que nos movamos”

P. ¿Cómo asumes ese compromiso?

R. Sin duda mi nombramiento como responsable nacional del Movimiento de Hermandades del Trabajo ha venido a sumar más responsabilidades a las que ya tenía como madre y trabajadora, pero mi compromiso cristiano me lo exigía. Hay que dar respuesta a lo que la sociedad demanda. 

En orden a esa creatividad que nos exige nuestro compromiso cristiano, y siendo consecuentes con el Ideario de nuestro Movimiento, estoy convencida de que Hermandades tiene que arriesgar y tomar partido, como ha hecho históricamente, aportando soluciones tangibles a los problemas reales que se presentan en los sectores más desfavorecidos de los trabajadores. En este sentido, la mujer, desgraciadamente, es una de las más afectadas; es uno de los primeros objetivos de nuestra acción como militantes de Hermandades del Trabajo.

En el pasado Consejo Nacional, celebrado en el Centro de Hermandades de Zaragoza, se aprobó un proyecto en el que se venía trabajando con mucha ilusión durante todo el año, y que estoy convencida de que viene a aportar nuestro granito de arena en la lucha por la igualdad y la dignificación del trabajo de la mujer. Se trata de una empresa de servicios, que está en proceso de constitución actualmente, y que ofrecerá la oportunidad de trabajar a la mujer con horarios y remuneración que permitan la conciliación con su vida familiar. Os informaremos de forma más amplia más adelante.

Cristo está en el mundo del trabajo, sufriendo con los que sufren y nosotros tenemos que descubrirlo y mostrarlo al mundo. 

La justicia social es posible, pero ello exige un cambio estructural, para evitar que se enriquezcan unos pocos y se empobrezcan tantos. 

P. En esa línea, ¿cómo podemos ser ejemplo de compromiso cristiano, social y femenino a la vez?

R. Debemos ser valientes, debemos enfrentarnos a nuestros miedos (yo la primera). Lo que trabajo, lo que soy, lo hago con la bandera de Jesucristo, que es quien me impulsa. Adquiero mi compromiso porque quiero llevar la Doctrina Social de la Iglesia a un mundo cada vez más secularizado, en el que se están perdiendo valores. Y las mujeres tenemos mucho que hacer y que decir:

– En el ámbito familiar, llevando estos valores a cada rincón de nuestra casa y familia; que el hogar sea esa casa común donde todos nos cuidemos, donde pongamos en práctica esos valores con los que después voy a salir a la calle. 

– En el ámbito laboral, haciéndonos escuchar, diciendo lo que pensamos porque tenemos mucho que aportar. 

– En el ámbito de la Iglesia, las mujeres tenemos que estar presentes en nuestras parroquias y en nuestros Movimientos, debemos tener voz, hacernos escuchar y reivindicar ese trabajo que realizamos. 

No estamos quitándole el espacio a nadie, solo estamos ocupando el que nos corresponde.

P. ¿Tienes una palabra, una frase o lema que te defina para este Día Internacional de la Mujer?

R. Valentía. Hemos de ser valientes en cada espacio que nos movamos. Y nosotras, como mujeres cristianas, debemos descubrir a Cristo que es el motor y la guía que nos muestra el camino hacia la justicia social.

Por Guadalupe Mejorado

La entrevista a Emilia Sicilia ha sido previamente publicada en nuestra revista “A Hombros de Trabajadores”, N.º 6. Marzo 2024, en papel y PDF digital