En esta hora, en que se hace público que nuestro Santo Padre Francisco ha partido a la Casa del Padre, aún nos estamos haciendo a la idea. Aunque queda mucho por decir, en este momento, quiero destacar que, si hubiera que definir con una palabra al Papa Francisco sería la de Pastor.
Un Pastor que vivió y promovió la unidad de los cristianos, la opción preferencial por los más pobres y la integración de todas las personas en la Iglesia, incluidas las descartadas y marginadas.
Un pastor con una gran preocupación social y, con especial incidencia, en la dignidad y defensa de los trabajadores. Recordamos una importante cita en la Encíclica Fratelli Tutti, “El gran tema es el trabajo… En una sociedad realmente desarrollada el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social, ya que no sólo es un modo de ganarse el pan, sino también un cauce para el crecimiento personal, para establecer relaciones sanas, para expresarse a sí mismo, para compartir dones, para sentirse corresponsable en el perfeccionamiento del mundo, y en definitiva para vivir como pueblo”. (n.º 162).
Desde las Hermandades del Trabajo, nuestro amor y agradecimiento para un Papa que ha sido referente, faro para los cristianos de a pie, defensor de los trabajadores, y a quien siempre, como latinoamericano, sentiremos un poco más nuestro.
Ramón Llorente García, Consiliario Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid
