María Teresa Pavón Bermejo es la vicepresidenta de la Hermandad de Comunicaciones, Industrias y Comercio. Lleva 60 años afiliada a Hermandades, desde los 20, y colaborando activamente en la vida del Centro de Madrid.
A lo largo de estos años ha pasado por distintos cargos, siendo presidenta de varias Hermandades y, también, delegada de barrios.
¿Qué significa para ti la Hermandad?
Una familia en la que tenemos en común distintas preocupaciones, nos unimos en oración, desde los Grupos Apostólicos, y en la que procuramos apoyarnos unos a otros, incluyendo a las personas que, por distintos motivos han tenido que dejar de venir. Incluso aún después de dejar la Hermandad, y la militancia en algunos casos, el acompañamiento telefónico es muy importante. Están deseando
hablar y agradecen mucho esas llamadas que también les sirven para ponerse al día, junto con el periódico.
Además, tenemos los Grupos de Orantes de afiliados y militantes, visitas culturales, las fiestas específicas de la Hermandad y la atención al afiliado, siguiendo siempre nuestro carisma de servicio. Una labor importante es la de los grupos de acompañamiento, que se dedican, precisamente a eso, a acompañar a personas que están solas, especialmente en residencias, o que necesitan algún tipo de ayuda. Igualmente, colaboramos directamente en actividades de la institución.
Por ejemplo, las tres Hermandades nos ocupamos de la actividad de Teatro, junto a Administración,
incluyendo la Fiesta de Navidad.
¿Cómo ves desde la Hermandad estos tiempos de terrible crisis sanitaria debida a la pandemia del coronavirus?
En estos momentos, la principal preocupación es la salud de los afiliados, muchos de los cuales son mayores. Nos preocupamos y rezamos “Unos por otros”, como dice nuestro lema. Hablamos por telefóno, que es la forma más directa de que disponemos en estos momentos en que no podemos estar en la sede.
Y, aunque son tiempos muy difíciles, tenemos que intentar ser positivos en la medida de lo posible porque la gente lo va a necesitar. Creo que la situación de los trabajadores va a ser muy dura, y muchos puestos de trabajo y empresas van a ser golpeados directamente por esta crisis.
¿Cuál es tu principal preocupación para el futuro a corto y medio plazo?
Yo, pienso en el calor de la Hermandad. En el ofrecimiento de obras presentamos las alegrías y
tristezas, las obras de tu trabajo, de tu familia, de la sociedad. Yo voy a la Hermandad por el
mundo del trabajo, que me preocupa muchísimo. Y me planteo, hoy más que nunca, como podemos llegar a las personas para que puedan sacar lo mejor de sí mismas y de sus trabajos, para que se sientan realizadas en ellos. Y cómo ayudar a los que no lo tienen.
Será el momento de apoyarnos unos a otros porque, además, el panorama laboral es muy diferente al de otras épocas, en las que los trabajadores tenían vidas duras pero más oportunidades de encontrar empleo. Un tiempo para arrimar el hombro, otra vez.
Entrevista publicada en el suplemento informativo A Hombros de Trabajadores, edición junio 2020