El 12 de octubre, día de Nuestra Señora del Pilar, ha sido la fecha escogida para la inauguración institucional del Hotel AGARÓ Chipiona y la bendición del edificio y su Oratorio.
El acto de bendición fue presidido por Ignacio Maria Fernández de Torres, consiliario diocesano del Centro de Madrid, por Vicente Vindel, consiliario del centro y Juan Carlos Carvajal, anterior consiliario diocesano. Nos acompañaron los padres franciscanos del cercano Santuario de Nuestra Señora de Regla.
Ignacio María quiso destacar la importancia de “demostrar que en el mundo del trabajo las cosas se pueden hacer de otra manera, en especial cuando la prioridad son las personas”.
Además, aseguró que “ para nosotros este hotel debe ser una concreción institucional, histórica, un aquí y un ahora concreto en nuestro deseo de amar y servir al señor mediante el amor a sus hijos”.
“Es por eso que queremos bendecirlo, bendecirlo no es un acto mágico, bendecir es pedir al señor que nos de las fuerzas necesarias para permanecer fieles a la inspiración originaria que ha hecho posible este edificio”, destacó.
Asimismo hizo hincapié en que “bendecir es explorar la fuerza, la ayuda, la misericordia de Dios para poder ser fieles a sus palabras y a su voluntad”.
Tras la bendición de hotel y su Oratorio tuvo lugar el propio acto institucional en el que Pedro Martín, presidente diocesano, José Luis Santos, vicepresidente económico y María Dolores Alonso, directora de HORESTUR, dirigieron palabras de agradecimiento a los asistentes.
No pudo asistir María José Plaza, presidenta diocesana, por motivos personales, que nos mandó a través de Ignacio María un cariñoso saludo.
También explicaron lo que ha supuesto la puesta en marcha de este Hotel que implica una adecuación a la sociedad actual y lo que demandan nuestros afiliados y simpatizantes. A la vez sirve como instrumento para presentarnos a la sociedad en general.
Presentó el acto Fernando García Adrianzén, administrador general del Centro de Madrid de Hermandades y presidente del consejo de administración de HORESTUR, quien subrayó que “los órganos de gobierno han jugado un papel fundamental no solo en la recuperación del inmueble sino también en la apuesta de un nuevo proyecto. Ha sido una etapa muy difícil pero hoy se empieza una nueva fase”.
El valor del trabajo de los profesionales
Todos ellos destacaron que gracias al trabajo y esfuerzo de los responsables y profesionales esta realidad ha sido posible en tan solo unos meses, lo que ha facilitado que el hotel pudiera estar operativo este verano.
El presidente diocesano del Centro de Madrid, Pedro Martín, comenzó su discurso dando la bienvenida a todos, “estáis en vuestra casa”, dijo. “A partir de ahora comienza una nueva etapa, una nueva aventura, y le vamos a pedir al Señor que esta sea una nueva casa al servicio de las personas”, deseó.
“Hoy celebramos el acto de la inauguración pero sobre todo de la bendición del edificio, así nos gusta a nosotros hacer las cosas, hacerlas con sentido cimentándolas donde hay que cimentarlas”, apostilló.
Asimismo, expresó su deseo de que todo el mundo se sintiera como en su casa, “si esta casa es capaz de crear ambiente y calor de hogar para quien sea, tendrá toda su razón de ser, eso es lo que queremos”.
Además, el presidente diocesano del Centro de Madrid, echó la mirada atrás recordando la época en la que él y su mujer fueron a la antigua residencia siendo testigos de lo que “aquí se vivía”.
“Esta casa ha tenido una historia tremenda de servicio al mundo del trabajo, de servicio a los trabajadores y eso esperemos que siga siendo a partir de hoy”.
Por último, Martín exhortó a los asistentes a pedir a dios por el éxito de “esta aventura que ponemos en sus manos y que queremos que nos la bendiga y nos fructifique en ella”.
Por su parte, José Luis Santos hizo referencia a los sentimientos y al valor de los mismos. “Tengo la seguridad de que las sensaciones son diversas. Para algunos es la primera vez que venís aquí; otros conocíais la antigua residencia y otros ya conocíamos el hotel”.
A continuación, Santos hizo referencia a los años difíciles a los que tuvo que hacer frente el Centro de Madrid, momentos complicados que “los vivió siempre a la luz de la oración tratando de decirle a Don Abundio que intercediera de la forma más adecuada para que aunque fuera con mucho trabajo y mucho sufrimiento el final fuera feliz”.
“Fruto de todo este trabajo y de todos estos años aquí está la realidad que es este hotel, es un fruto que se puede ver perfectamente”, concluyó José Luis.
En su discurso, el vicepresidente del Centro de Madrid recordó que en los apartamentos de Cambrils también hubo un trabajo importante “no se puede quedar ahí, tenemos que seguir porque nos obligan muchas cosas, nos obliga nuestro compromiso con el carisma, nos obliga nuestro compromiso con la historia y nos obliga ser buenos administradores de nuestro patrimonio.”
Para finalizar, recordó que Hermandades del Trabajo tiene que “salir al encuentro de los hombres y mujeres que están ahí fuera y por eso tenemos que abrir las puertas y posibilitar que puedan venir, estar con nosotros y nosotros ir a buscarlos donde estén”.
A continuación, María Dolores Alonso afirmó que “es necesario adaptar los servicios de Hermandades a los nuevos tiempos y ajustarlos a las necesidades que demanda la sociedad actualmente”.
Después de este acto tuvo lugar la Eucaristía, muy vivida y en la que participaron activamente los asistentes. Fueron momentos emotivos y de entrañables recuerdos para muchos de los que estaban allí. y que había pasado sus vacaciones en Chipiona, con Hermandades, en algún momento de su vida.
El día terminó con una cena de hermandad que permitió también compartir con otros esos recuerdos y pasar una velada de convivencia. A los participantes del Centro de Madrid se unió una representación de los Centros de Jérez y de Valencia, con sus presidentes respectivos.
Durante el resto de los días de este viaje se harán distintas excursiones para conocer la zona y también habrá tiempo para disfrutar de Chipiona y del propio Hotel.
Tiempo para la convivencia y la cultura
El resto de los días de este Puente del Pilar se dedicaron al ocio y a realizar varias visitas culturales.
La primera fue por la propia ciudad de Chipiona, en un tren típico. Fue divertida a la vez que conocíamos más a fondo algunos de los rincones chipioneros.
Por la tarde, se realizó una visita a Cádiz, una ciudad llena de historia, de rincones mágicos y una belleza atemporal. Se visitó la plaza de la Constitución de 1812, la Iglesia de San Felipe Neri, vinculada a esa Constitución pues fue lugar de reunión, y se hizo un recorrido por la ciudad medieval.
El sábado, día, 14, tuvimos una visita guiada muy especial en el Santuario de Nuestra Señora de Regla. Visitamos el camerín de la Virgen así como el Museo que contiene una muestra espectacular de objetos proveniente de las misiones en las que estuvieron presentes los franciscanos de la orden. Fundado por el padre José María Lerchundi, los jóvenes frailes tras su formación se dirigían a misiones en Marruecos y Tierra Santa.
Por la tarde, la visita fue a Medina Sidonia, dentro de la llamada “Ruta de los Pueblos Blancos” de Cádiz. Un lugar encantador, con sus casas perfectamente encaladas y sus calles estrechas y empinadas. Visitamos su Iglesia, de Santa María la Coronada, Templo gótico-renacentista del siglo XVI, declarada Monumento Histórico-Artísitico en 1931, el Museo Etnográfico, así como los restos arqueológicos de la calzada romana y la red de alcantarillado romano que se conserva en el pueblo.
El día siguiente fue de regreso a Madrid, con comida a mitad de camino.
Un puente en el que hicimos y participamos de actos importantes para el Centro de Madrid, así como del ocio con el toque de Hermandades, ese que todos los que viajan o participan de nuestras actividades, pueden percibir.
Queremos agradecer a todos los que se sumaron a nosotros en estos actos y actividades y esperamos poder veros en algunos de los próximos.